Fundação André e Lucia Maggi divulga resultados de sua atuação em 2018

Em 2018, a Fundação André e Lucia Maggi (FALM) investiu cerca de R$ 4,8 milhões em suas ações e projetos em 30 municípios com atuação da AMAGGI, espalhados por diversos estados do país. Os resultados podem ser conferidos no Relatório de Atividades 2018, que apresenta todas as ações desenvolvidas ao longo do ano, além de sua prestação de contas financeiras. A versão completa pode ser acessada pelo site https://www.fundacaoandreeluciamaggi.org.br/relatoriodeatividades2018/

Abierto el reconocimiento Iberoamericano Caracol de Plata

El Centro Mexicano para la Filantropía, A.C. (Cemefi) anuncia la convocatoria al XX Reconocimiento Iberoamericano Caracol de Plata, que premia a los mensajes de beneficio Social para promover la responsabilidad social empresarial y la participación ciudadana en el área de la comunicación a fin de que se creen y difundan más y mejores mensajes de beneficio social.

Tercer Foro Internacional PyMEs Socialmente Responsables en México

Del 7 al 9 de octubre se realizará el 3er. Foro Internacional PyMES Socialmente Responsables, en Chihuahua. El eje temático es “Innovación, impacto y transformación”, que invita a reflexionar sobre los modelos de gestión que están transformando la forma de hacer negocios en México.

ALAC | Yanacocha, en alianza con autoridades locales, viene ejecutando acciones para mejorar la dotación de agua en la ciudad en Cajamarca, Perú

Hoy la población cajamarquina ha incrementado el nivel horario de dotación de agua, esto gracias al Programa Agua para Cajamarca, que comprende distintos proyectos de infraestructura que están modernizando el tratamiento, almacenamiento y distribución de agua a la ciudad. Dicha iniciativa surge de un convenio entre la Municipalidad Provincial de Cajamarca, en Perú, la EPS Sedacaj y ALAC | Yanacocha, miembro de RedEAmérica en este país.

La Agenda 2030: construir juntos el desarrollo sostenible en los territorios

Transcurridos cuatro años luego de la definición y adopción en 2015 de la Agenda 2030 “Transformar nuestro mundo”, conviene analizar las oportunidades y desafíos que esta ambiciosa agenda impone a los países latinoamericanos en relación con antiguos y nuevos retos. La Agenda 2030 representa una oportunidad única para la región al poner en el centro temas como la superación de la pobreza extrema, la reducción de la desigualdad y la protección de los recursos naturales -desafíos complejos y de vieja data-, y al señalar la necesidad de consensuar e implementar transformaciones profundas a los modelos de desarrollo.

Fundación Sus Buenos Vecinos de Panamá se une a RedEAmérica

La fundación desarrolla programas propios, otorga fondos y hace alianzas con otras organizaciones sin fines de lucro y asociaciones especializadas en las áreas de alimentación, educación, salud, discapacidad, autogestión, adultos mayores, hogares sustitutos y vivienda. ¡Bienvenidos!

Empelicularte: seis años poniendo el arte en función de los derechos

Jóvenes artistas provenientes de 27 municipios de Córdoba se dieron al encuentro en Montería, Colombia, del 15 al 17 de agosto, para hacer parte de la programación del Festival Juvenil de Artes Empelicularte.

El festival, que se realiza en el marco de la Semana de la Juventud, es un espacio de expresión artística, goce efectivo de derechos y construcción de paz territorial, que integra cada año distintas experiencias juveniles del departamento. Apoyan diversas organizaciones, entre ellas Fundación Surtigas, miembro de RedEAmérica.

Nuestras próximas actividades

Compartimos la agenda de actividades de RedEAmérica para los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre. Si eres miembro de la Red, prográmate e inscríbete a los webinars y ciclos virtuales de aprendizaje que tenemos para ti.

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Covid-19 y sostenibilidad
Andrés Chaur
/ Categories: Noticias, 2020

Covid-19 y sostenibilidad

* Artículo de opinión del Dr. José Mármol, Vicepresidente Ejecutivo de RRPP y Comunicaciones del Grupo Popular en República Dominicana

Para nadie es un secreto que una vez superada esta pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, en adición a la estela de miles de fallecidos y de millones de infectados en el mundo, tendremos también que padecer las consecuencias sociales directas de la catástrofe económica global que también tendrá el sello de la enfermedad y que se presume peor que los colapsos de 1929-1930 y de 2008.

Se trata de un desafío imprevisto para los Estados, más allá de la corriente política, económica o ideológica que los sustente.

Un primer impacto severo a escala planetaria de la pandemia sobre la economía lo sufrió el precio del petróleo, que ha afectado los mercados y ha mermado, cuando no postergado, su dinamismo, junto a otros factores causales como la caída del consumo y de las bolsas de valores, la merma o inactividad de la producción en muchas empresas, con la consecuente pérdida de empleos y la incertidumbre sembrada en millones de familias en el planeta.

La caída negativa del crecimiento económico en este año 2020 ya ha sido pronosticada por organismos especializados como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con excepción de pocos países, entre ellos el nuestro, que tendrían probabilidad de cero crecimiento, en vez de números rojos.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al dimensionar el descenso de la economía en la región, sugiere prever la oportunidad de establecer la magnitud del esfuerzo para un retorno a la normalidad, es decir, a una nueva normalidad, que no significará en modo alguno una vuelta a las condiciones existentes antes de la pandemia. 

Este principio deja claramente planteado que la situación exige de cambios estructurales en la organización de la producción y el consumo, con impacto en lo laboral y el bienestar social.

En la economía dominicana, el golpe asestado a dos fuentes de ingresos como son las remesas y el turismo, último que afecta toda una cadena de valor vinculada a la producción agrícola, las finanzas, el transporte, así como pequeños y medianos comercios de bienes culturales y artesanales, además de los empleos directos e indirectos generados, constituye un grave reto para el Estado, el empresariado y la sociedad, que solo puede ser superado si el vínculo entre los sectores público y privado se muestra cada vez más fuerte y compacto, y si ambos son conscientes del sacrificio que la crítica coyuntura impone para la continuidad de la institucionalidad jurídico-política democrática y de la libre actividad empresarial en el país.

La sostenibilidad, que en pocas palabras procura el desarrollo con énfasis en el equilibrio entre los componentes económico, social y medioambiental, cuyos principios básicos han calado hondo en la mentalidad empresarial y en las instituciones públicas del mundo globalizado, aunque con vergonzosas excepciones, ahora es más necesaria que nunca para la construcción de la nueva normalidad pospandémica.

No cabe duda de que la primera responsabilidad de una empresa es generar utilidades, en base a un modelo ético y responsable de negocios.

Pero, la empresa no podría crear beneficios si la sociedad y las instituciones colapsan.

Una lección que puede legar a la humanidad la pandemia de la Covid-19 es comprender que la recuperación y el crecimiento económico deben darse en un entorno sostenible, que armonice los intereses público, privado y no lucrativo en alianzas robustas, y donde la actividad económica no atente contra el medioambiente y el bienestar social.

Antes que postergar la sostenibilidad y su ecosistema de impactos, por causa de la crisis sanitaria, ha llegado la hora de apostar a ella sin remedos.

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