Niños felices sin anemia
Al referirnos al desarrollo de un país sin duda pensamos en nuestros niños y en las posibilidades que el entorno les brinda para que logren desarrollar su máximo potencial de la mano de adecuada condiciones de salud. Sin embargo, somos conscientes que uno de los problemas de salud pública que afronta Perú es la anemia, que principalmente afecta a los más pequeños y madres gestantes.
Asociación Unacem en el marco del Programa “Comunidades Saludables” desde 2017 ha iniciado una línea “Intervención en anemia” en 05 comunidades de Lima Sur, 3 de ellas corresponden a áreas semi rurales y las 2 restantes a zonas urbanas, alineándose y contribuyendo a la política nacional de Reducción y Control de la anemia al 2021.
La intervención parte de una estrategia de articulación entre el establecimiento de salud, comunidad, instituciones con programas de primera infancia y la empresa a fin de sumar esfuerzos generando complementariedad e integralidad en un plan conjunto.
El objetivo es lograr la recuperación de al menos el 50% de casos identificados de anemia en niños. Durante el año 2017, fueron evaluados 195 niños y se logró una recuperación de 69% de los casos identificados (25 de 36 niños) luego de por lo menos 8 meses de intervención con sensibilización, talleres, sesiones educativas y demostrativas, tratamiento oportuno, concursos motivadores y visitas de seguimiento permanente.
Sensibilización y Seguimiento
Entre los principales limitantes encontramos por un lado, que por ser una enfermedad silenciosa y con síntomas que no reconocen fácilmente los padres, a diferencia de otras enfermedades, no se manejan oportunamente. Además existen muchos mitos sobre los alimentos ricos en hierro que se transmite de generación en generación que no permiten una alimentación adecuada.
En nuestras intervenciones en salud orientadas al cambio de prácticas o comportamientos hemos identificado dos ingredientes indispensables y complementarios que son la sensibilización permanente y el seguimiento tanto a nivel de los padres y como de los cuidadores.
Sensibilización: (i) poniendo en valor lo que significa que un niño no tenga anemia; es decir que sea más comunicativo, activo, con mejor rendimiento escolar y sobre todo feliz y que todo esto le puede permitir ser un adulto más productivo y con mejores condiciones para su futuro, (ii) motivando el interés de los padres por las evaluaciones periódicas para descartar la anemia en sus hijos y (iii) promoviendo el rol de autocuidado de la salud en las familias.
Seguimiento: (i) cumplimiento del tratamiento médico recuperativo o preventivo con el uso de los multimicronutrientes, (ii) inclusión de alimentos ricos en hierro en su alimentación y (iii) adopción de otras prácticas de salud como vivienda limpia y ordenada, lavado de manos, etc. a fin de generar condiciones adecuadas de salud en su hogar y disminuir los riesgos para que los niños enfermen.
Resultados de buenas prácticas
Como resultado de la sensibilización y seguimiento, se pudo evidenciar mejoras a nivel de conocimientos (18%), prácticas y estilos de vida saludables (57%) en familias las familias intervenidas.
Consideramos y estamos convencidos que, además del tratamiento médico, el pilar más importante que ha permitido lograr la recuperación de los casos encontrados y evitar nuevos casos de anemia en niños ha sido y será lograr que la familia adquiera mejores prácticas en su alimentación, se empoderé e incorporé alimentos ricos en hierro en su menú semanal de manera económica y creativa.
En esta lucha contra la anemia, todos los sectores sentimos el compromiso de intervenir y desde la empresa privada continuaremos con nuestro el rol de promover, facilitar y generar sinergias para la promoción de prácticas y estilos de vida saludable en las familias.
Artículo escrito por Mercedes Chevez, jefa del área de Salud Educación y Medio Ambiente (SEMA) de Asociación UNACEM.
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