Nos unimos a la celebración de los 50 años de la Fundación Interamericana, IAF

Nos unimos a la celebración de los 50 años de la Fundación Interamericana, IAF

Uno de los aliados más importantes de RedEAmérica está de aniversario. Recordamos un poco de la historia entre la Red y la Fundación Interamericana, organización creada en 1969 por el congreso norteamericano para promover el desarrollo basado en la autogestión mediante donaciones directas a organizaciones sociales de América Latina y el Caribe.

La publicación “Una década de desarrollo de base” narra la creación de la Red y la estrecha relación con la Fundación Interamericana -IAF- desde el 2002. Felicitamos a esta organización que ha transformado el desarrollo de base en América Latina y El Caribe a lo largo de sus 50 años. 

"En el 2002, Walter Price, director de Programas Corporativos de la Fundación Interamericana quería promover en gran escala el desarrollo de base en la región, idea que ya se había intentado concretar a mediados de los 90, con la creación de una corporación financiada por fundaciones de la región que alcanzó a abrir oficina en Quito y formalizarse para comenzar a tejer una red entre las fundaciones que trabajaban con la IAF. La consecución de recursos no se logró y la corporación no pudo arrancar.

Price le comentó a Rodrigo Villar, antropólogo colombiano experto en temas de desarrollo social, coordinaba en la Universidad de Harvard el programa de Filantropía y Sociedad Civil en América Latina, que en esta ocasión pensaba que el esfuerzo debería hacerse al contrario: comenzar a generar una red y unos vínculos entre un conjunto de fundaciones que tuvieran experiencia en el desarrollo de base, para que jugaran un papel importante en movilizar al sector privado y fortalecer esta estrategia de desarrollo a una escala más amplia en la región.

El desarrollo de base había surgido como la estrategia central de trabajo de la Fundación Interamericana, IAF -por sus siglas en inglés-, una fundación creada en 1969 por el congreso norteamericano para promover el desarrollo basado en la autogestión mediante donaciones directas a organizaciones sociales de América Latina y el Caribe. La ley de ayuda externa que creó la IAF establecía que la fundación apoyaría los “esfuerzos de autoayuda destinados a aumentar las oportunidades de desarrollo individual”, que “contribuirá a la participación eficaz y cada vez más amplia de la gente en el proceso de desarrollo” y “fomentará el establecimiento y desarrollo de instituciones democráticas”.

La IAF articulaba así una respuesta innovadora y alternativa en ese momento a lo que hacían las agencias de cooperación internacional. Era el desarrollo “desde arriba”, planificado por expertos y orientado a diseñar y operar programas de infraestructura, educación, salud y vivienda principalmente, que pocas veces consultaba las necesidades y opiniones de las comunidades más pobres. Por el contrario, la propuesta del desarrollo de base, como la planteaba el gestor y primer presidente de la IAF, Bill Dyal, proponía que “la financiación del desarrollo debería ser receptiva a las ideas de la gente, que las mejores soluciones a menudo parten de la comunidad, que pequeñas donaciones pueden tener grandes consecuencias, (y) que el conocimiento recogido debe ser diseminado”. 

La IAF había publicado en 1977 el libro “Ellos saben cómo”, sobre el desarrollo de base. El título se convirtió en el lema de la fundación. En la región ya se practicaba el llamado desarrollo comunitario que, en suma, buscaba lo mismo: empoderar a las comunidades y acompañarlas a construir mejores condiciones de vida para salir de la pobreza. 

Es el caso en Colombia de las fundaciones FES, Restrepo Barco, Social o Corona, que desde 1995 comenzaron a diseñar programas de apoyo y fortalecimiento de organizaciones de base. Justo en Colombia un grupo de fundaciones crearía por esa época el Consorcio para el Desarrollo Comunitario con el objetivo de fortalecer las organizaciones de la comunidad a través del acompañamiento en la gestión de proyectos productivos.

Comienza a nacer la idea de crear una red para promover el desarrollo de base en Latinoamérica. La idea planteaba un quiebre importante en la metodología de trabajo de la IAF, porque hasta ese momento la fundación hacía contacto directo con ONG y organizaciones sociales de la región a través de sus representantes de país y recibía sus propuestas de trabajo, las cuales financiaba, acompañaba y evaluaba. Esta vez la propuesta era acercarse al sector privado a través de sus fundaciones y proponer, antes que esperar propuestas, una idea de trabajo conjunto.

Los días 20 y 21 de septiembre de ese 2002 en la ciudad de Miami, aprovechando que por esas fechas el BID organizaba allí la mencionada primera Conferencia de las Américas sobre Responsabilidad Social de la Empresa y que muchos de los invitados irían a ese evento. 

A la reunión de Miami asistieron 41 personas de 28 organizaciones: 23 fundaciones empresariales de nueve países de la región, la Fundación Interamericana, dos asociaciones de fundaciones, una fundación promotora de la responsabilidad social empresarial y una empresa.

Según la memoria del evento, “la reunión de Miami tuvo como objetivo la elaboración colectiva de una propuesta de estructura y gobierno de la red, así como de un plan de trabajo y responsabilidades para el desarrollo de las primeras actividades de la red. Para avanzar en ese objetivo, el grupo convocante presentó unas ideas y documentos iniciales que sirvieron para alimentar la reflexión sobre el sentido, estructura y actividades de la red”. 

En la reunión David Valenzuela, presidente de la Fundación Interamericana, presentó a los participantes una propuesta sobre fondos compartidos entre la IAF y las fundaciones de la red. Los fondos compartidos era una de las varias estrategias que utilizaba la IAF para promover el desarrollo de base y a partir de allí se convertirían en uno de los principales articuladores en los primeros años de la red.

La IAF se encargó de la inversión inicial para poner en funcionamiento la secretaría ejecutiva de la Red, los estudios y los encuentros, de manera que se pudiera garantizar la primera fase de formación.

El 31 de enero de 2003, en la Ciudad de México, se consigna que “el nombre finalmente seleccionado por la vía de votación simple y con los arreglos de recomendación de todo el comité fue: Red Interamericana de Fundaciones y Acciones Empresariales para el Desarrollo de Base”. 

Descarga la publicación “Una década de desarrollo de base”

Descubre la página en conmemoración de los 50 años de la IAF 

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