La Categoría Inversión Social Privada destaca las empresas, los institutos y las fundaciones que están abiertas y dispuestas a construir acuerdos e innumerables alianzas para crear un tejido social fuerte y con mayor capacidad para generar transformaciones a largo plazo, en un marco de corresponsabilidad.
Están dedicadas a construir autonomía, protagonismo y capacidades en las organizaciones de base, pero también en los demás involucrados en las iniciativas, y en sí mismas como actores del desarrollo.
Después de un análisis profundo, el jurado se inclinó por aquellas que mejor ejemplificaron la visión de comunidades sostenibles y que se ciñeron con mayor precisión al conjunto de criterios establecidos por el Premio para esta categoría: sostenibilidad, transformación, aprendizaje útil y construcción de capacidades y vínculos.
Por unanimidad, el jurado decidió premiar cuatro iniciativas en igualdad de condiciones.