¿Qué es una buena práctica?
Una buena práctica es aquella forma de hacer experimentada y susceptible de ser replicada, que introduce mejoras en los procesos y actividades que tienen lugar en las organizaciones, para producir resultados positivos siguiendo los lineamientos establecidos. No es una norma estándar a seguir, sino que presenta una serie de ejemplos probados, que han resultado eficientes en determinados contextos, que incitan a la creatividad y potencian cambios de forma proactiva.
Una buena práctica también puede definirse como aquellas soluciones eficientes para resolver un problema. Son prácticas validadas mediante su uso extensivo y la obtención de resultados positivos en contextos diversos, los cuales son confirmados por evaluaciones. Las buenas prácticas son aquellas que:
• Se han ejecutado con comprobada efectividad
• Pueden ser replicadas y aplicadas en otros contextos arrojando resultados similares
• Han cumplido o sobrepasado los objetivos trazados y han entregado los productos esperados,
• Son sostenibles en el tiempo
Vinculación de ODB y criterios de identificación y selección de proyectos
Una vez establecido el propósito común del Fondo, las estrategias de acción, las reglas de juego y los criterios de trabajo, una de las tareas más importante a emprender es la vinculación de las ODB y la identificación y selección de los proyectos, según un eje temático propuesto por el Fondo: Generación de Ingresos y Desarrollo de base, Educación y Desarrollo de Base o Desarrollo local y desarrollo de base.
Se ubicaron dos modalidades de vinculación de las organizaciones de base y sus proyectos en este intercambio de experiencias:
i) La convocatoria cerrada a las organizaciones de base que trabajan en las áreas de influencia o de interés de las fundaciones miembros del Fondo, para que presenten iniciativas de proyectos en las líneas temáticas propuestas.
ii) La realización de un diagnóstico en áreas geográficas de interés de los miembros del Fondo y a partir de ahí la ubicación de organizaciones de base e iniciativas de proyectos, acordes a los objetivos del Fondo programa.
La primera modalidad la llevan a cabo el Programa Fondo Nacional Colombiano, el Programa PorAmérica, el Fondo BR de Brasil y el Programa SUMA de Perú. La modalidad focalizada la adelanta principalmente el Programa AEL de Argentina y la Iniciativa Común de Brasil.
La vinculación de las ODB y sus proyectos se soporta en todos los Fondos en la construcción de herramientas tales como el Reglamento Operativo del Fondo programa, los términos de referencia de la convocatoria y el protocolo para la evaluación y selección de perfiles y proyectos. Estos instrumentos aportan por lo general los elementos conceptuales, metodológicos, los criterios, requisitos y formatos necesarios para que cada Fondo y las Fundaciones Acompañantes lleven a cabo el proceso de identificación, selección, formulación y ejecución de los proyectos.
Buenas prácticas:
¿Qué es una buena práctica?
Una buena práctica es aquella forma de hacer experimentada y susceptible de ser replicada, que introduce mejoras en los procesos y actividades que tienen lugar en las organizaciones, para producir resultados positivos siguiendo los lineamientos establecidos. No es una norma estándar a seguir, sino que presenta una serie de ejemplos probados, que han resultado eficientes en determinados contextos, que incitan a la creatividad y potencian cambios de forma proactiva.
Una buena práctica también puede definirse como aquellas soluciones eficientes para resolver un problema. Son prácticas validadas mediante su uso extensivo y la obtención de resultados positivos en contextos diversos, los cuales son confirmados por evaluaciones. Las buenas prácticas son aquellas que:
• Se han ejecutado con comprobada efectividad
• Pueden ser replicadas y aplicadas en otros contextos arrojando resultados similares
• Han cumplido o sobrepasado los objetivos trazados y han entregado los productos esperados,
• Son sostenibles en el tiempo
1. Definir desde el proceso de planeación del programa, el tipo de ODB a atender
El Fondo programa, teniendo como referencia el concepto de ODB de la red, debe definir desde el proceso de planeación del programa, el tipo de ODB a atender: pequeñas, con experiencia, o redes y alianzas
Esta buena práctica ha surgido ante la dificultad para identificar y seleccionar perfiles o proyectos, en los cuales las ODB cumplan con el requisito mínimo de disponer de personería jurídica.
Proyecto SUMA: En la convocatoria se solicita como requisito 1 año de personería jurídica de la ODB. Eso se constituye en un problema, hay las que tienen 3 o 4 años de experiencia pero no se han formalizado por un asunto legal, por exigencias tributarias del país. En Perú, de cada 100 empresas u ODB de productores que se constituyen, un alto porcentaje muere en el primer año, producto de los impuestos que deben pagar. Esto induce a que no se formalicen.
En Brasil se excluyen las ODB sin personería, dejando en el Fondo el sentimiento de haber perdido una oportunidad de trabajar procesos de fortalecimiento organizativos muy interesantes.
En Argentina, el Programa AEL señala dificultades para diferenciar a ODB de ONG y dice que se encuentran grupos de base con apoyos de ONG.
Por estas y otras circunstancias, es muy frecuente encontrar perfiles de proyectos interesantes, pero cuyas ODB están sin formalizarse. En estos casos los Fondos despliegan un conjunto de estrategias que les permite manejar tales situaciones, sin verse obligadas a excluir las propuestas, ya que como lo señala el Fondo BR de Brasil: …" no podemos trabajar en una lógica donde eliminamos las ODB, por esa razón. Debemos ser creativos y abiertos".
PFNC: Desde el programa apoyamos organizaciones que no tienen personería jurídica. La estrategia es que esa ODB busca una alianza estratégica con otra ODB de base con personería y tenemos la figura de organización de base solicitante, que es la ejecutora y responsable del proyecto. La organización que apadrina asume el compromiso de acompañar a la pequeña organización y su papel va más allá de ser simples intermediarios: se involucra en los aspectos presupuestales, en cómo se organiza el proyecto, cómo se archiva, de no ser así se estaría perdiendo la esencia del Fondo que es fortalecer a las ODB. La ODB solicitante se compromete a que la organización acompañante se apropie de todo el proceso de ejecución y administración del proyecto ante el Fondo.
Se barajaron otras alternativas de acción:
Diferenciar líneas de trabajo dentro de los Fondos programas que se dirijan a ODB nacientes, a ODB de desarrollo medio, a alianzas y redes ya que cada una debe tener un tratamiento diferente. También, establecer mecanismos previos a la convocatoria que permitan nivelar las organizaciones. De todas maneras se sugiere tener en cuenta la diversidad.
Luego del análisis se concluyó, sin embargo que estas que se denominan "otras alternativas de acción" son muy complejas de aplicar operativamente, por lo que se ratifico como buena práctica el definir, desde la planeación misma del Fondo programa y de manera concertada el tipo de ODB, redes o alianzas a atender.
No se debe perder de vista que el Desarrollo de Base busca el fortalecimiento, la generación de capacidades colectivas y la autonomía de las ODB para administrar recursos y en esta dirección la obtención de la personería jurídica es un elemento clave e indispensable, para acceder a distintos tipos de recursos y espacios de trabajo que favorecen tal fortalecimiento y autonomía. Por tanto, cualquiera que sea la alternativa seguida para identificar y seleccionar perfiles o proyectos, se deben promover mecanismos y desplegar las estrategias necesarias para que las ODB por seleccionar cumplan con el requisito mínimo de disponer de personería jurídica.
Para RedEAmérica, las organizaciones comunitarias individualmente consideradas, son organizaciones de membresía, constituidas por pobladores de un territorio en condiciones de pobreza (habitantes urbanos, campesinos, mujeres, jóvenes, minorías, etc.) que actúan en territorios específicos (barrio, corregimiento, zona, municipio, departamento, provincia, región, nación), con el fin de crear, utilizar, consolidar o transformar bienes colectivos, ya sean materiales (por ejemplo el espacio público, el medio ambiente y la economía) o inmateriales (por ejemplo los derechos humanos, las tradiciones culturales y la convivencia) para buscar el bienestar colectivo de la comunidad ubicada en este lugar.
Las ventajas que ofrece esta buena práctica, son:
• Claridad en las reglas de juego del Fondo para las Fundaciones Acompañantes
y para las ODB,
• Evita o reduce desacuerdos entre los miembros, durante la marcha del proceso de
selección de perfiles y proyectos y facilita su selección,
• Permite a los miembros del Fondo y a las Fundaciones Acompañantes centrar sus
esfuerzos de promoción del Fondo entre el núcleo de ODB pertinentes, ahorrando
esfuerzos y recursos.
• Genera confianza en las reglas de juego al tratar a iguales como iguales y
a diferentes como diferentes, pero que esas diferencias si existen, sean
explícitas y conocidas por todos y se apliquen de manera estricta.
2. Los requisitos para la selección de perfiles y proyectos deben ser pocos pero sustantivos
Los requisitos para la selección de perfiles y proyectos deben ser pocos pero sustantivos de manera que se pueda establecer lo que se quiere medir y verificar. Tales criterios deben ser objetivos y medibles
En primera instancia, los criterios para la selección de ODB, de perfiles y de proyectos dentro de un Fondo Concursable, deben simplificarse, ya que …"en ocasiones hay tantos que se contradicen entre sí y son difíciles de aplicar y verificar".
Se recomiendan que existan unos requisitos mínimos (que la ODB tenga un año de personería jurídica, que el perfil corresponda al eje temático de la convocatoria, …) y otros que permitan establecer comparación frente a otras propuestas de perfiles (Demostrar consistencia entre el problema identificado, los objetivos, estrategias y metodologías propuestas, los productos, resultados y presupuesto propuesto, años de experiencia en ejecución de proyectos).
Los criterios deben ser objetivos, es decir que se puedan observar o comprobar fácilmente. Una regla de oro para facilitar la objetividad del criterio plantea hacer definiciones claras sobre lo que involucra el criterio, de manera que todos los que intervienen en la evaluación o selección entiendan lo mismo sobre tal criterio. Igualmente deben ser criterios medibles y susceptibles de ponderar asignándoles puntajes técnicos de calificación.
Algunos ejemplos ilustrativos de criterios objetivos y medibles se presentan en el cuadro siguiente:
